Un maltrato que no deja huella

Como conté en la entrada anterior Así sí, así no., el canon que estipula la sociedad a los ciudadanos y que estos deben cumplir para poder ser socialmente aceptados es una forma de maltrato que no deja huellas, moratones y parece ser que nadie la condena.
El mayor maltratador en este campo es la publicidad con la que nos bombardean cada día. Cientos de anuncios que nos dicen que comer, donde ir, como vestir, como oler...
Aparte de influir en estos ámbitos la publicidad es una de las mayores productoras, distribuidoras e inculcadoras de discriminación en las sociedades moder.
Hombres conduciendo cochazos, madres cuidando de hijos, hombres haciendo deporte, mujeres haciendo la compra... y así una interminable lista de aspectos que no queremos ver o vemos que nos dan igual.

A continuación pongo un vídeo creado por la Universidad de Sevilla donde podemos ver una serie de anuncios analizados por los estudiantes de Publicidad y Relaciones Publicas.

Tras el vídeo podemos ver como se sigue defendiendo y abogando por una sociedad patriarcal donde las mujeres quedan renegadas a las tareas del hogar aunque podrá disfrutar del ocio siempre y cuando haya cumplido con todas sus tareas.

Algo tan cotidiano como son los anuncios que vemos cada día en la tele, paradas de autobús, de metro, vallas publicitarias indirectamente están incitando a este tipo de maltrato no físico aunque muy agresivo que puede desencadenar otro tipo de maltrato físico ya que no se ven las necesidades que prometía esa colonia o que te comprases esas chaqueta cubiertas del todo.