viernes, 11 de mayo de 2012

ACOSADORES, VÍCTIMAS Y OBSERVADORES


El estudio realizado por el INJUVE en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid acerca de este fenómeno revela algunas de las características más habituales que presentan tanto agresores como agredidos.

CON RESPECTO A LAS VÍCTIMAS


·         ALGUNAS CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS POSIBLES VÍCTIMAS:

-Físicamente débiles.
-Preocupados por ser heridos: inefectivos al realizar actividades físicas, poca coordinación física
-Son sensibles, callados, pasivos, sumisos y muestran timidez; lloran con facilidad
-Se relacionan mejor con quienes son menores que ellos
-Tienen un nivel académico norma o bajo.
-Los iguales los ven poco cooperativos, inatentos, hiperactivos, que molestan y perturban


·         VÍCTIMAS PROVOCATIVAS:

-Normalmente son chicos son patrones agresivos de respuesta
-Presentan un temperamento fuerte y pueden responder violentamente cuando son atacados o insultados
-Suelen ser hiperactivos y tener dificultades de atención y concentración
-Con frecuencia provocan situaciones tensas
-Suelen ser despreciados por los adultos, incluyendo el profesorado
-A veces intentan agredir a los estudiantes débiles.


·         FACTORES FAMILIARES, PERSONALES Y SOCIALES

-Sobreprotección excesiva de la familia, lo que impide un desarrollo social del menor conforme a su desarrollo evolutivo
-Falta de asertividad, lo que dificulta su capacidad para comunicar claramente sus necesidades y hacerse respetar por los demás.
-Suele perder popularidad entre sus iguales, lo que desemboca en un estrés emocional, deterioro de su capacidad académica y deseo de absentismo escolar.

-Cualquier razón es suficiente para provocar a su agresor: su indumentaria, su sensibilidad artística, su capacidad intelectual, sus rasgos físicos, su raza...

·         FACTORES RELACIONADOS CON LA CULTURA ESCOLAR Y LA FORMACIÓN DE GRUPOS

- Cuando empiezan a provocar a la víctima, ésta va perdiendo apoyos entre sus compañeros pudiendo llegar a sentirse incluso merecedor de la agresión.
-Si el acoso continúa puede sentirse totalmente aislado de sus compañeros y sufrir un “infierno” personal.

-Las víctimas tienen que sentir que en su medio escolar se les apoya y que tienen derecho a comunicar su situación de indefensión.

 

CON RESPECTO AL ACOSADOR

·         ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DEL ALUMNO ACOSADOR

-Físicamente fuerte: más mayor o de igual edad
-Necesita dominar, tener poder y sentirse superior
-Con fuerte temperamento, se enfada fácilmente, impulsivo y con una baja tolerancia a la frustración

-Se muestra con maldad, dureza, con poca simpatía hacia sus víctimas

-No son ansiosos ni inseguros, suelen tener la autoestima alta
-Participan tempranamente en otros hechos antisociales (robo, vandalismo, alcohol...)

-Pueden presentar mucha o poca popularidad entre sus compañeros, pero sólo les soportan unos pocos; son más populares en primaria que en secundaria.

-Cuando llegan a cursos elevados, suelen mostrar una actitud negativa hacia la escuela.
-Su perfil los sitúa en condición de riesgo de incurrir en el futuro en violencia de género

-Tendencia a culpar a la víctima (esto también se observa en las propias víctimas o las personas de su entorno, al considerar inevitable la reacción del agresor ante una provocación por parte de la víctima).

·         FACTORES PERSONALES FAMILIARES Y SOCIALES

-El hijo aprenderá aquello que haya captado de sus progenitores. Por eso son fundamentales las relaciones que mantienen los padres con los hijos.

-En muchas ocasiones, el agresor procede de familias desestructuradas o con problemas de relación tales como padres excesivamente autoritarios, abusos ejercidos por hermanos o padres del menor, falta de comunicación con los padres u otros cambios que hayan podido producir inestabilidad y una reacción adversa en el menor (ruptura de matrimonio, cambio de domicilio, muerte repentina de un familiar muy querido, etc.).

-El agresor llega a pensar muchas veces que la víctima se merece el maltrato al que está siendo sometido y así mismo piensa que sus actos son correctos por lo que no se siente culpable de los mismos.

-Falta de empatía, llegando a pensar que la víctima se lo merece.

-En un primer momento el agresor ejerce acoso leve sobre la víctima, pero conforme transcurra el tiempo y observe que la víctima carece de protección irá incrementando la violencia de sus actos.

-Algunas personas actúan como agresores durante uno o dos años y luego dejan de hacerlo. Puede suceder también lo contrario: algunas personas son víctimas de los agresores cuando son jóvenes y cuando crecen y adquieren más confianza en sí mismos y se convierten en agresores.

-Algunos chicos actúan como agresores con una sola persona, como si tuvieran su propio saco de arena para golpear.


·         FACTORES RELACIONADOS CON LA CULTURA ESCOLAR Y LA FORMACIÓN DE GRUPOS

-El maltrato tiene su mayor intensidad y frecuencia en la etapa comprendida entre los 11 a 13 años.

-Se crea una conciencia colectiva en la que la víctima es cada vez menos estimada y valorada, lo que favorece que las agresiones aumenten en intensidad y cantidad.

-En ocasiones los chicos pueden ser mejores con el agresor cuando están solos con la víctima y sin embargo unirse luego a  los amigos para burlarse de él. La presión de los demás es importante en estas edades. A veces no son plenamente conscientes de que están haciendo tanto daño. Pueden pensar que se están divirtiendo.

-Hay que hacer ver al menor que dichos actos son inaceptables y hacerle ver que tiene que cambiar para que esto no sea así.


CON RESPECTO A LOS OBSERVADORES

En muchas ocasiones olvidamos que la culpa de una situación de maltrato, no sólo la tiene el agresor, si no que todas aquéllas personas que ven una agresión, ya sea física o de otro tipo, y no hagan nada al respecto, serán también culpables de la situación de la víctima.

Los observadores son generalmente compañeros que contemplan los hechos y que por diversas razones callan.

El grupo de los observadores posee una influencia crucial en el curso de los acontecimientos, pues en el caso de oponerse a las agresiones, los agresores perderán justificación y poder y tendrán que ejercer mayor número de agresiones a más víctimas o dejar de actuar acosando.

Esas personas desean «ponerse del lado» del agresor porque eso las hace sentirse fuertes. De otra manera ponerse del lado de la víctima las haría sentirse débiles.

Hay dos tipos de observadores:

·         Activos: si ayudan al agresor

·         Pasivos: si refuerzan indirectamente al agresor, como por ejemplo, dando muestras de atención, sonriendo, asintiendo, etc.

·         Prosociales: si ayudan a la víctima

·         Espectadores puros: si no hacen nada, pero observan la situación

Las razones por las que estas personas deciden no intervenir son las siguientes:

·         Se divierten con las agresiones.

·         No creen que protestar pueda ayudar.

·         Temen que si dicen algo, el agresor arremetería contra ellos.

·         Sienten que están sacando de sí sus frustraciones al dañar a alguien aunque ellos mismos no estén agrediendo a la víctima sino mirando cómo lo hace otra persona.

El papel que desempeña el observador está bastante menos estudiado que el de agresor o víctima, pero se sabe que aun sin una activa implicación, se produce un efecto que cómo poco, puede insensibilizar hacia la violencia y puede inhibir y retraer respuestas solidarias.

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