El estudio realizado por el INJUVE en colaboración con la
Universidad Complutense de Madrid acerca de este fenómeno revela algunas de las
características más habituales que presentan tanto agresores como agredidos.
CON RESPECTO A LAS
VÍCTIMAS
·
ALGUNAS
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS POSIBLES VÍCTIMAS:
-Físicamente débiles.
-Preocupados por ser heridos:
inefectivos al realizar actividades físicas, poca coordinación física
-Son sensibles, callados,
pasivos, sumisos y muestran timidez; lloran con facilidad
-Se relacionan mejor con quienes
son menores que ellos
-Tienen un nivel académico norma
o bajo.
-Los iguales los ven poco
cooperativos, inatentos, hiperactivos, que molestan y perturban
·
VÍCTIMAS
PROVOCATIVAS:
-Normalmente son chicos son
patrones agresivos de respuesta
-Presentan un temperamento fuerte
y pueden responder violentamente cuando son atacados o insultados
-Suelen ser hiperactivos y tener
dificultades de atención y concentración
-Con frecuencia provocan
situaciones tensas
-Suelen ser despreciados por los
adultos, incluyendo el profesorado
-A veces intentan agredir a los
estudiantes débiles.
·
FACTORES
FAMILIARES, PERSONALES Y SOCIALES
-Sobreprotección excesiva de la
familia, lo que impide un desarrollo social del menor conforme a su desarrollo
evolutivo
-Falta de asertividad, lo que
dificulta su capacidad para comunicar claramente sus necesidades y hacerse
respetar por los demás.
-Suele perder popularidad entre
sus iguales, lo que desemboca en un estrés emocional, deterioro de su capacidad
académica y deseo de absentismo escolar.-Cualquier razón es suficiente para provocar a su agresor: su indumentaria, su sensibilidad artística, su capacidad intelectual, sus rasgos físicos, su raza...
·
FACTORES
RELACIONADOS CON LA CULTURA ESCOLAR Y LA FORMACIÓN DE GRUPOS
- Cuando
empiezan a provocar a la víctima, ésta va perdiendo apoyos entre sus compañeros
pudiendo llegar a sentirse incluso merecedor de la agresión.
-Si el acoso continúa puede
sentirse totalmente aislado de sus compañeros y sufrir un “infierno” personal. -Las víctimas tienen que sentir que en su medio escolar se les apoya y que tienen derecho a comunicar su situación de indefensión.
CON RESPECTO AL ACOSADOR
·
ALGUNAS
CARACTERÍSTICAS DEL ALUMNO ACOSADOR
-Físicamente fuerte: más mayor o
de igual edad
-Necesita dominar, tener poder y
sentirse superior
-Con fuerte temperamento, se
enfada fácilmente, impulsivo y con una baja tolerancia a la frustración-Se muestra con maldad, dureza, con poca simpatía hacia sus víctimas
-No son ansiosos ni inseguros,
suelen tener la autoestima alta
-Participan tempranamente en
otros hechos antisociales (robo, vandalismo, alcohol...)-Pueden presentar mucha o poca popularidad entre sus compañeros, pero sólo les soportan unos pocos; son más populares en primaria que en secundaria.
-Cuando llegan a cursos elevados,
suelen mostrar una actitud negativa hacia la escuela.
-Su perfil los sitúa en condición
de riesgo de incurrir en el futuro en violencia de género
-Tendencia a culpar a la víctima
(esto también se observa en las propias víctimas o las personas de su entorno,
al considerar inevitable la reacción del agresor ante una provocación por parte
de la víctima).
·
FACTORES
PERSONALES FAMILIARES Y SOCIALES
-El hijo aprenderá aquello que haya
captado de sus progenitores. Por eso son fundamentales las relaciones que
mantienen los padres con los hijos.
-En muchas ocasiones, el agresor
procede de familias desestructuradas o con problemas de relación tales como
padres excesivamente autoritarios, abusos ejercidos por hermanos o padres del
menor, falta de comunicación con los padres u otros cambios que hayan podido
producir inestabilidad y una reacción adversa en el menor (ruptura de
matrimonio, cambio de domicilio, muerte repentina de un familiar muy querido,
etc.).
-El agresor llega a pensar muchas
veces que la víctima se merece el maltrato al que está siendo sometido y así
mismo piensa que sus actos son correctos por lo que no se siente culpable de
los mismos.
-Falta de empatía, llegando a
pensar que la víctima se lo merece.
-En un primer momento el agresor
ejerce acoso leve sobre la víctima, pero conforme transcurra el tiempo y
observe que la víctima carece de protección irá incrementando la violencia de
sus actos.
-Algunas personas actúan como
agresores durante uno o dos años y luego dejan de hacerlo. Puede suceder
también lo contrario: algunas personas son víctimas de los agresores cuando son
jóvenes y cuando crecen y adquieren más confianza en sí mismos y se convierten
en agresores.
-Algunos chicos actúan como
agresores con una sola persona, como si tuvieran su propio saco de arena para
golpear.
·
FACTORES
RELACIONADOS CON LA CULTURA ESCOLAR Y LA FORMACIÓN DE GRUPOS
-El maltrato tiene su mayor
intensidad y frecuencia en la etapa comprendida entre los 11 a 13 años.
-Se crea una conciencia colectiva
en la que la víctima es cada vez menos estimada y valorada, lo que favorece que
las agresiones aumenten en intensidad y cantidad.
-En ocasiones los chicos pueden
ser mejores con el agresor cuando están solos con la víctima y sin embargo
unirse luego a los amigos para burlarse
de él. La presión de los demás es importante en estas edades. A veces no son
plenamente conscientes de que están haciendo tanto daño. Pueden pensar que se
están divirtiendo.
-Hay que hacer ver al menor que
dichos actos son inaceptables y hacerle ver que tiene que cambiar para que esto
no sea así.
CON RESPECTO A LOS OBSERVADORES
En muchas ocasiones olvidamos que
la culpa de una situación de maltrato, no sólo la tiene el agresor, si no que
todas aquéllas personas que ven una agresión, ya sea física o de otro tipo, y
no hagan nada al respecto, serán también culpables de la situación de la
víctima.
Los observadores son generalmente
compañeros que contemplan los hechos y que por diversas razones callan.
El grupo de los observadores
posee una influencia crucial en el curso de los acontecimientos, pues en el
caso de oponerse a las agresiones, los agresores perderán justificación y poder
y tendrán que ejercer mayor número de agresiones a más víctimas o dejar de
actuar acosando.
Esas personas desean «ponerse del
lado» del agresor porque eso las hace sentirse fuertes. De otra manera ponerse
del lado de la víctima las haría sentirse débiles.
Hay dos tipos de observadores:
·
Activos: si ayudan
al agresor
·
Pasivos: si
refuerzan indirectamente al agresor, como por ejemplo, dando muestras de atención,
sonriendo, asintiendo, etc.
·
Prosociales: si ayudan
a la víctima
·
Espectadores puros: si no hacen nada, pero observan la situación
Las razones por las que estas
personas deciden no intervenir son las siguientes:
·
Se divierten con las agresiones.
·
No creen que protestar pueda ayudar.
·
Temen que si dicen algo, el agresor arremetería
contra ellos.
·
Sienten que están sacando de sí sus
frustraciones al dañar a alguien aunque ellos mismos no estén agrediendo a la
víctima sino mirando cómo lo hace otra persona.
El papel que desempeña el observador está bastante
menos estudiado que el de agresor o víctima, pero se sabe que aun sin una
activa implicación, se produce un efecto que cómo poco, puede insensibilizar hacia la violencia y
puede inhibir y retraer respuestas solidarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario