viernes, 11 de mayo de 2012

EL FENÓMENO DEL BULLYING


El acoso escolar (en inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.

El término proviene del inglés “Bully” que significa “matón” o “acosador”. Es empleado para describir cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Esta práctica incluye desde bromas pesadas,  ignorar o dejar deliberadamente de hacer caso a alguien, hasta los ataques personales, e incluso los abusos serios.

El primero en estudiar este fenómeno fue el psicólogo Dan Owles, en 1973. En España, el primer estudio oficial fue realizado en 1999 por el Defensor del Menor.

Estudios realizados en 2004 por el departamento de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense en colaboración con el Instituto de la Juventud (INJUVE), muestran que el acoso sucede diariamente y se da fundamentalmente entre alumnos de edades comprendidas entre 6 y 17 años. Aunque la edad de mayor riesgo de que se dé este tipo de maltrato es entre los 11 y los 15 años. (Puedes leer el estudio completo pinchando aquí)

Algunos de los datos más significativos, y preocupantes, recogidos es este estudio son:

·         El 5,7 % de los estudiantes españoles reconoce agredir cada semana a alguno de sus compañeros con insultos, golpes, acoso psicológico o aislamiento del grupo.

·         El 90% son testigos de una conducta de este tipo en su entorno

·         El 30% han participado en alguna ocasión, ya sea como víctima o cómo agresor

·         Entre el 25 y el 30% de los estudiantes del primer ciclo de ESO afirma haber sido víctima de agresiones alguna vez

·         El 5’6% es emisor o receptor de una intimidación sistemática

·         El 34’6% de los alumnos reconoce que no pediría consejo a su profesor en caso de encontrarse en una situación de violencia

·         Exclusivamente un 33% de los que lo sufren son capaces de denunciarlo

·         El 37% de los niños cree que no devolver los golpes es de cobardes

No obstante lo más importante de este fenómeno no es la acción en sí misma, sino los efectos que produce entre sus víctimas. Las consecuencias psicológicas para las víctimas de bullying repercuten directamente sobre su aprendizaje y desarrollo personal, ya que:

·         Suelen presentar dificultades emocionales, comportamentales y sociales.

·         La autopercepción de rechazo provoca mayor ansiedad y depresión, lo que se refleja en  un bajo autoconcepto positivo y un alto autoconceto negativo.  

·         Suelen manifestar ansiedad, depresión, retraimiento y soledad.

·         Bajo rendimiento académico y una menor adaptación escolar.

Todos estos aspectos, que inevitablemente influirán de manera negativa el desarrollo psicosocial de la víctima, deberían acentuar la preocupación social por erradicar estas situaciones de acoso escolar.

Existen varias tipologías de acoso escolar:


·         Intimidación verbal: insultos, motes, rumores, hablar mal de alguien...

·         Intimidaciones psicológicas: Amenazas para provocar miedo, obtener algún objeto o dinero, u obligar a la víctima a hacer cosas contra su voluntad.
·         Agresiones físicas: ya sean directas (peleas, palizas, agresiones menores como collejas, cachetes...) o indirectas (destrozo de materiales personales, pequeños hurtos...)

·         Aislamiento social: bien sea impidiendo al menor a participar en determinadas actividades o ignorando su presencia

·         Ciberacoso: uso de la información electrónica y medios de comunicación (como correo electrónico, redes sociales, blogs, sms, etc.) para acosar a un inducido mediante ataques personales u otros medios.

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