INDEFENSIÓN APRENDIDA
Es un
proceso psicológico formulado por el profesor Seligman en 1975 en la cual un
sujeto experimenta la sensación de que los resultados son independientes de sus
acciones. Seligman realizó su experimento con perros a los que fue capaz de inducirles
hacia la indefensión aprendida mediante descargas eléctricas. El individuo se cree
incapaz de modificar, con sus acciones, la situación desfavorable en la que se
encuentra. Puede ser incapaz de realizar conductas beneficiosas para sí misma,
por la simple creencia de que sus acciones no modificarán su situación
presente.
Este
estado provoca tres tipos de deficiencia:
1 .
Se
pierde la motivación
2 .
Incapacidad
para superar un déficit cognitivo
3 .
Se
produce un déficit emocional
Pueden
existir factores que agravan la situación como pueden ser:
1 .
Factores
internos “es culpa mía”
2 .
Factores
estables “no va a acabar nunca”
3 .
Factores
globales
Cuatro
años más tarde Leonore Walker (Nova Southeastern University) aplicó estos
conocimientos a casos de malos tratos en los que la reiteración de éstos disminuye
la motivación de las mujeres a responder. No
creen que su respuesta termine en un resultado favorable.
Este
sentimiento de indefensión podría debilitar su capacidad para resolver problemas
y disminuir la motivación para afrontarlos, favoreciendo de esta manera la
permanencia de la mujer en la relación violenta. Los resultados de la
investigación de Walker dieron paso a que más adelante desarrollara la teoría
del ciclo de la violencia conyugal.
En
conclusión el factor psicológico es uno de los más importantes a la hora de
encontrar una explicación a la permanencia de las mujeres maltratadas por sus
parejas en sus relaciones sentimentales.
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