martes, 17 de abril de 2012

UNA VIOLENCIA QUE NO SE VE



Abuso verbal (rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironias para confundir, poner en tela de juicio la cordura de la victima)
Abuso económico ( control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, haciéndole pedir dinero, solicitando justificación de los gastos, dándole un presupuesto límite, haciendo la compra para que ella no controle el presupuesto)
Aislamiento (control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones. Impedimento de cultivar amistades, restringir las relaciones con familiares)
Intimidación (asustar con miradas, gestos o gritos, mostrar armas, cambios bruscos de ánimo)
Amenazas (herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños, irse)
Desprecio y abuso emocional (tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultarte, utilización de los hijos, se la denigra intelectualmente)






…¿porque no se considera todas estas actuaciones  igual de graves que el maltrato físico?...

Todo el mundo conoce y es consciente del maltrato físico entre las parejas, un maltrato que cada día nos recuerdan con muertes o agresiones muy graves en todos los medios de comunicación. Un maltrato que es muy difícil de eliminarlo de nuestra sociedad. 
Pero existe otro tipo de maltrato en el seno de la pareja que es la violencia psicológica, se le suele dar menos importancia por el simple echo de considerarla objeto de menor repercusión en la salud del individuo que la soporta. Aunque el abuso físico puede ocurrir sin abuso emocional, lo más frecuente es que el maltratador comience con maltrato psicológico y acabe con maltrato físico. No obstante, no siempre es así necesariamente, y a veces nunca llegan a dar el paso al maltrato físico y continúan con el abuso emocional  durante años.
Muchas víctimas han juzgado  la humillación, la ridiculización y los ataques verbales como más desagradables que la violencia física experimentada, porque el peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma, sino  la "tortura mental" y el "vivir con miedo y aterrorizados".
Nos encontramos ante un tipo de violencia “invisible”, que no se le da la importancia y la gravedad necesaria que requiere, este tipo de violencia  puede entenderse como cualquier conducta verbal que atenta contra la integridad emocional de la víctima, en un proceso continuo a fin de producir en ella intimidación y  sentimientos de culpa o sufrimiento.

Por último, recalcar la escasa eficacia de las medidas de seguridad que no son una ayuda a la hora de la verdad, ya que las victimas deben sufrir el acoso del maltratador/a una vez denunciado/a. Un mero papel de alejamiento no es un muro infranqueable para el agresor, y eso lo sabemos todos. Las penas en este sentido deberían endurecerse, igual que en el caso de denuncias falsas.
Además hay que decir que el trato en muchas ocasiones a las personas maltratadas deja mucho que desear, dejando patente lo mucho que hay que luchar en este sentido todavía, pues si vas al lugar en el que supuestamente deben escucharte y te encuentras un infeliz ¿que se puede esperar?



No hay comentarios:

Publicar un comentario