miércoles, 18 de abril de 2012

De la ley del hijo único... a las Habitaciones de la Muerte


En 1979, el Gobierno chino fue consciente de que si no limitaban la población o la reducían se acabaría produciendo un enfrentamiento por el alimento, debido a la desorbitada tasa de población que se alcanzaría en un territorio tan reducido. Para evitar que se diera esta situación, el Comité Central del Partido Comunista en China aprobó un decreto, que obligaba a las familias a tener un solo descendiente (lo que se conoce como política del hijo único).

El gobierno chino emprendió muchos esfuerzos para que esta ley fuese cumplida, lo que desembocó en una oleada de coacción y violencia hacia una inmensa cantidad de población china. Muchas madres embarazadas fueron forzadas a abortar (incluso estando a pocos días del parto de su bebé); se mataba a los niños todavía estando en el vientre de sus respectivas madres, quienes daban a luz a hijos muertos que las autoridades se encargaban de hacer desaparecer; recién nacidos a los que se les introducía en un cubo de agua antes de que pudieran respirar por primera vez o a los que se les ponía una inyección letal que acababa con sus vidas. Mujeres a las que se les esteriliza, sin su consentimiento ni conocimiento, en el transcurso de otros tratamientos médicos. Hombres que son encarcelados hasta que sus mujeres se someten al aborto o a la esterilización. Familias a las que se les deja sin agua ni electricidad hasta que aceptan abortar...

Otra de las consecuencias que trajo consigo la política del hijo único fue el abandono masivo de niñas. Tradicionalmente, en la cultura china las mujeres siempre han sido ciudadanas de segunda clase relegadas a los hombres, puesto que éstos eran los que perpetuaban la estirpe y los que se encargaban de la economía familiar. Esta herencia ha llegado hasta el siglo XX, incluso hoy día sigue existiendo. Las mujeres suponen una carga económica para la familia hasta que se casan, por tanto, como las familias sólo podían tener únicamente un descendiente, preferían que éste fuera varón. Cuando un matrimonio tenía una hija, o un hijo discapacitado, bien la mataba (en los casos más extremos), o bien la abandonaba. Las niñas abandonadas tenían dos posibilidades para sobrevivir: eran recogidas por bandas callejeras que las utilizaban en la mendicidad, o eran acogidas en orfanatos.

En 1995, se pudo ver en España un documental (Las habitaciones de la muerte) que hizo sacar a la luz las condiciones infrahumanas en las que mantenían a los niños en estos orfanatos. Mantenían a las niñas atadas con las piernas abiertas (para que pudieran hacer sus necesidades) en sillas debajo de las cuales tenían puesto un orinal, las dejaban tumbadas de manos y pies atadas, sujetándolas el pecho con una especie de corpiño para mantenerlas erguidas;  metían a varios niños en una misma cuna en habitaciones que alcanzaban los 40ºC, o abandonaban a los niños enfermos en una habitación hasta que morían a causa de la propia enfermedad o de inanición. En algunas ocasiones ni siquiera separaban a los niños moribundos del resto, sino que morían junto a los demás hasta que alguien retiraba los cadáveres.

Gracias a este documental (que recomiendo y puedes ver pinchando aquí ) se dio a conocer en una gran cantidad de países la situación que vivían estas niñas, provocando una oleada internacional de adopciones de niñas chinas. Por otro lado, aunque el gobierno chino nunca reconoció oficialmente que se dieran tales situaciones en sus orfanatos, tomó diversas medidas al respecto: fomentó las adopciones internacionales, lo que supuso un boom internacional de adopción de niñas chinas, convirtiéndose China en el país en el que más adopciones internacionales se realizan, a pesar de que el sistema es lento y caro.

Otra de las consecuencias de la ley del hijo único es un envejecimiento de la población en estos últimos 20 años, y un fuerte desequilibrio de sexos (un estudio revela que en china hay 32 millones más de niños menores de 20 años, que de niñas) que puede llegar a tener consecuencias muy negativas en un futuro. Esto ha hecho que el Gobierno chino implante una serie de medidas para intentar reducir el número de abandonos o asesinatos de niñas, al mismo tiempo que fomentan la adopción nacional en detrimento de la internacional:

·         La relajación de la ley de natalidad, que hace que en determinados casos (como el nacimiento de una primogénita o de un primogénito discapacitado) se permita la concepción de un segundo hijo.
·         Elevadas multas a quienes se salten la ley del hijo único. Si esta multa no se paga el niño no podrá ser registrado como ciudadano chino, impidiendo todo lo que ello conlleva (como la escolarización).
·         El incremento de la disposición de las familias chinas a adoptar, lo que ha hecho reducir el número de adopciones internacionales, ya que los requisitos de adopción para padres no chinos se han endurecido y ha hecho que aumente el tiempo de espera de adopción internacional, pudiendo llegar hasta los cuatro años. Con ello se ha reducido el nº de adopciones entre el 50% y el 80%.
·         Endurecimiento de los requisitos de adopción internacionales, como: tener menos de 50 años, estar casados, no haber tomado medicamentos antidepresivos en los dos últimos años, no padecer obesidad, no ser ciegos, sordos y/o mudos, personas a las que les hayan trasplantado un órgano hace menos de 10 años (y si ha habido un rechazo del órgano, aunque lo hayan superado no pueden adoptar)...
Si quieres conocer todos los requisitos actuales que se solicitan a las familias adoptantes de niñas chinas pincha aquí .

Actualmente, cada vez más familias chinas se oponen a la ley del hijo único, incluso algunas lo han llevado a los tribunales. (Recomiendo ver el video de esta noticia  pinchando aquí ).

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